domingo, 26 de enero de 2014

Balance a tres años de la "Primavera árabe"

El 14 de enero del 2011 el norte de áfrica dio lugar a la "revolución de los jazmines" en Túnez. Masivas movilizaciones terminaron con el gobierno de Ben Alí, presidente del país africano por mas de 30 años. La desocupación y la violación de libertades individuales por parte de un proceso político sostenido desde el poder militar tuvo su punto de culminación gracias al poder movilización de un Pueblo convencido de cambiar de rumbo. Esta situación se extendió a Egipto pocas semanas después. Allí, jóvenes, movimientos de mujeres y de diversos credos, terminaron con el gobierno de Mubarack, quien gobernaba desde 1981.
Ambos líderes eran aliados de Estados Unidos. Incorporaron las recetas económicas de la Casa Blanca y sumergieron a sus pueblos a la miseria y a la falta de oportunidades. En ese sentido, las Fuerzas Armadas de Egipto (quien mato a 800 egipcios en la manifestaciones que reprimieron) recibían la suma de 1500 millones de dolares por año directamente del Departamento de Estado.

Frente a la pérdida de aliados, Estados Unidos genero un tercer capítulo de la "Primavera árabe". Este nuevo capítulo fue en Libia, donde Muammar Kadafi gobernaba desde la revolución "verde" de 1979. Las condiciones eran distintas, Libia no tenia altos niveles de desocupación. Al contrario, era el país con el PBI per capita mas alto del mundo árabe, con un Estado que regulaba la mayoría de los recursos estratégicos de la economía y con un Pueblo que, si bien reclamaban cambios, contaba con un acceso a derechos básicos como educación y salud gratuita.

La jugada de Kadafi escondía un solo interés: el petróleo. Por eso, la metodología para terminar con el liderazgo de Kadafi no fue la movilización popular sino la intervención de la OTAN que resolvió asesinar al líder libio. Luego del asesinato, se instaló el Consejo Nacional de Transición y con el, la fuga de recursos del petróleo a las arcas de Francia, Italia y Estados Unidos. De esta manera, el imperio comenzaba la pérdida de los dos aliados anteriormente mencionados.

¿Cuál es la situación actual?
Túnez: Gobierna el partido Al Nadha, ligado a los Hermanos Musulmanes, que luego de la destitución de Ben Alí conformo una coalición de gobierno que aún se sostiene en el poder.
Egipto: Con la ida de Mubarack y el corto período de los "Hermanos Musulmanes" en el poder bajo la gestión de Mursi, las Fuerzas Armadas volvieron al poder en un contexto de violencia interna sin certezas ni horizonte próximo de resolución.
Libia: Gobierna el CNT, aliado de los centros de poder, vaciado de recursos y con una guerra civil protagonizada por las tribus que se dividieron luego del asesinato de Kadafi.
El cuarto capítulo, también gestado por la Casa Blanca, es Siria. Situación que tiene como  objetivo el gas de Homs y la destrucción del gasoducto que conecta Irán, Irak y Siria con Europa. La operación se complicó mas de la cuenta, dado el contexto geopolítico, la resistencia de las fuerzas aliadas a Bassar al Assad y la alianza política y económica de Siria con Rusia.
Estos tres años sirven para resaltar la importancia de las movilizaciones en Egipto y Túnez, la falta de certezas en la resolución política de los conflictos, la despesperación de Estados Unidos por recuperar terreno en el liderazgo mundial y la importancia de la multipolaridad en el nuevo mapa mundial.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario