Por Augusto Taglioni
Las fotos que reflejan la
situación en Gaza hablan por si solas. No hace falta escribir un párrafo para
analizar el genocidio perpetrado contra el Pueblo Palestino cuando las imágenes
son tan contundentes y dejan claro que no hay guerra ni enfrentamientos. Solo
matanza indiscriminada. Sin embargo, hay quienes pretenden sostener una teoría
de los dos demonios intentando victimizar al victimario y condenar y demonizar
a quienes son testigos de un exterminio planificado.
Vale la pena mencionar algunas
cifras que, a riesgos de ser redundantes, nos permiten demostrar la desigual
relación de fuerzas entre el invasor y el invadido. 1800 palestinos muertos,
mas de la mitad niños y ancianos. Un territorio destrozado, refugios,
comercios, escuelas, hospitales y viviendas bombardeadas. Fronteras cerradas,
salida al mar ocupado, un bloqueo que filtra alimentos, agua, energía eléctrica,
remedios, etc. Un millón ochocientos mil palestinos encerrados en su propia
tierra. Todo en 158 km2. ¿Cómo se defiende el Pueblo palestino de una potencia
militar que asesina sin piedad y ataca por tierra, aire y mar? ¿Con mísiles
caseros? ¿Los famosos misiles de Hamas que son desintegrados en el aire por la
estructura militar del Estado de Israel?. ¿Una tercera intifada? Es decir, el
levantamiento civil con piedras como arma letal? Mucha mentira y
desinformación.
Palestina perdió el 70 por ciento
del territorio desde la creación del Estado de Israel en 1948. La guerra de sinaí
(1956), la batalla de Yon Kippur (1973) y las ofensivas militares del 2009 y
2014 sobre Gaza, permitieron la extensión de Israel sobre territorio palestino.
Ahora, según declaraciones
de “La fuerza de defensa israelí”, el
objetivo de este “operativo borde protector” es anexar el 44 por ciento del
territorio de Gaza actual, algo así como un territorio reducido a 97 km2, aproximadamente.
Es claro que el objetivo del gobierno encabezado por el Primer Ministro Benjamín
Netanhaju es apropiarse del 100 por ciento de Gaza y obligar a los palestinos que
sobrevivan a emigrar a Egipto y Jordania, donde también serán perseguidos. En
el caso de Cisjordania, la ofensiva no es militar, sino mediante la instalación
de Colonias judías que cada vez ocupan mas espacio. Además, no tendrían de que
culpar a Hamas, dado que Cisjordania está gobernada por Al Fatah.
La comunidad internacional brilla
por su ausencia. Ausencia que roza la complicidad. Los Brics, no demostraron
esta vez el equilibrio que le aportan al
mundo actual. La Liga
Árabe, bien gracias. Solo algunos países de Sudamérica fueron capaces de
pronunciarse y decidieron retirar los embajadores de Israel, pero solo algunos.
El Mercosur y la Unasur ,
podrían haber derogado el Tratado de Libre Comercio con el Estado de Israel,
pero no, tan solo un frío montón de palabras amontonadas en un comunicado
mientras las bombas no paran de caer sobre lo que queda de Gaza.
Es necesario derribar algunos
mitos esbozados por quienes pretenden justificar a quienes, aferrados a la
tragedia mas grande vivida por el Pueblo judío, dan el visto bueno a un
genocidio basado en la ocupación y muerte.
1-El ejército israelí se retiró
de Gaza y por eso solo responde a agresiones de Hamas. Falso. El ejército
sionista retiró sus colonias de Gaza al considerarla una zona de guerra, es
decir, envío a sus colonos a Cisjordania para bombardear sin riesgo en la Franja de Gaza.
2-La dictadura de Hamas. Algunos
podrán disentir con el programa político de Hamas, incluso con las metodologías
en algún momento de la historia, pero es una mentira decir que es una dictadura
cuando fue democráticamente electa por la mayoría de los palestinos que viven
en Gaza. Israel pretende romper toda posibilidad de unidad en el mundo
árabe-islámico, y el acuerdo de Hamas con Al Fatah, fue el hecho mas importante
de Palestina en los últimos tiempos. Eso a Israel le afecta, dado que siempre
jugó a condenar a Hamas y a reconocer a Al Fatah.
3-Los Palestinos no quieren
dialogar: La resistencia palestina presentó 10 puntos para el cese al fuego.
Entre ellos, se propone una tregua de diez años, la liberación de los presos,
el fin al bloqueo, recuperar la salida al mar y garantizar un mínimo desarrollo
industrial. Israel rechazó todos y cada uno de los puntos por varias razones.
En primer lugar porque prefiere un estado de guerra constante, y en segundo,
porque no quiere diálogo, quiere rendición incondicional.
Es muy triste ver como se utiliza
la religión como argumento para justificar una masacre. Los judíos no tiene
porqué hacerse cargo de los crímenes de guerra cometidos por el Estado de
Israel.
El judaísmo no mata. Nada de eso
aparece en la Torah ,
libro sagrado donde los judíos profesan su fé. El Estado de Israel convirtió al
sionismo, inicialmente creado por el periodista nacido en el imperio
Autro-Húngaro, Theodor Herzl para cobijar a los judíos de Europa con base en el
socialismo francés, en una maquina de matar, en un ejército de ocupación.
Para finalizar citaremos a Carlos
Trotta, cirujano e integrante de “Médicos sin fronteras”. Estuvo en Gaza en el
2009 y fue recientemente entrevistado por Radio Residencias. Contó que “nunca
vio ninguna actitud de odio de los palestinos para con los judíos a pesar de la
situación en la que viven”, y que una vez, cuando se estaba retirando de Gaza,
un palestino le dijo que si iba a Israel les dijera que “si buscan a Hitler, no
lo iban a encontrar en Gaza”.
¿Alguien sabe que Israel está en
un proceso de privatización de su economía? ¿Qué prohíben a los trabajadores de
los puertos que se oponen a la privatización de los puertos a realizar huelga
con el argumento de “la guerra”? ¿En algún lugar salió publicado que Estados
Unidos y Alemania financian militarmente a Israel? ¿A quién le sirve la guerra?
Serán respuestas que deberán hacerse cada uno que se preste a leer este humilde
análisis.
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