La Cumbre de la OTAN en Gales se
desarrolla con varios temas importantes que marcan la dinámica de este nuevo
mundo multipolar. Ucrania y Estado Islámico de Irak son dos de los temas que abordarán los jefes de
Estado en esta reunión que buscará alcanzar “soluciones” diplomáticas.
En el caso de Ucrania, la OTAN ha
tenido un rol importante, dado que la ruptura entre el gobierno del entonces
presidente de Ucrania, Yanukovich y Vladimir Putin, fue porque el primero
manifestó su intención de ingreso a la Unión Europea.
Esto, generó una serie de
conflictos que terminó con la OTAN apoyando logísticamente a los sectores
radicales ucranianos que terminaron destituyendo a Yanukovic. Asimismo, las
ciudades ruso parlantes del este de Ucrania comenzaron un proceso de separación
del gobierno central para quedar bajo la esfera de la Federación Rusa. Hoy,
Ucrania es el hueso que se disputan Rusia y Occidente. ¿Por qué? Ucrania es un elemento
principal para la pretensión rusa de construir la “Gran Nación Rusa”, cuenta
con 45 millones de habitantes y con el territorio más productivo de la zona. No
es casual que los territorios de Lugansk y Donestk, sean los más disputados ya
que, son la base del desarrollo de la industria pesada. Crimea, primera
península en independizarse de Ucrania, es el astillero naval más grande
seguido por Odessa, otra de las ciudades con conflictos, en este caso ubicado
al sur, también una zona rica y productiva.
Rusia necesita a Ucrania para
volver a ser la potencia que dejo de ser desde la caída de la URSS y potenciar
la Unión Europea del Este con el objetivo de consolidar una estructura política
y económica como contrapeso de la Unión Europea. El objetivo de Occidente,
especialmente el de Estados Unidos, Inglaterra y la OTAN es debilitar a Rusia
fortaleciendo su relación con Poroshenko y asegurándose la subordinación de
Kiev. Por su parte, Alemania y Francia juegan a la ambigüedad manteniéndose como
aliados de Estados Unidos pero profundizando los compromisos comerciales con
Rusia. Además, a ninguna de las dos naciones le conviene volver a una lógica
binaria donde el poder se sostenga en solamente dos polos de poder. Por eso, a
Alemania y Francia, también les queda cómoda la multipolaridad.
Otro de los temas que se
abordará, es la “preocupación” por el accionar del Estado Islámico de Irák
(EII). Lo primero que hay que resaltar sobre esta situación, es que el EII está
siendo funcional, por no decir aliado principal, de la OTAN y Estados Unidos.
Si recordamos a la denominada “Primavera árabe”, especialmente el asesinato del
líder libio Muammar Al Kadaffi y los 3 años de guerra civil en Siria,
encontramos a una OTAN activa, partícipe y colaboradora de los “rebeldes” que
luchaban por la caída de ambos. El grupo terrorista islámico cumplió con dos
grandes deseos de las potencias occidentales. En primer lugar, volver sobre
Siria, y en segundo, partir a Irak en tres. Con esto, se busca debilitar a dos
aliados de Irán dentro del eje de la resistencia.
Los países presentes en la reunión en Gales no buscan alcanzar ningún consenso, mas bien la sumisión de los que no se alinean a sus intereses. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, pidió el retiro de tropas de rusas de la zona frotenriza con Ucrania. Rusia, seguramente responderá que sus fuerzas armadas tienen como objetivos garantizar la seguridad interna debido a que tanto la OTAN como las fuerzas de seguridad de Ucrania han demostrado una actitud beligerante para su país y las nuevas repúblicas independientes. De todas formas, Putin ya confirmó que no hará uso de la violencia para resolver la crisis con su vecino y pidió tener una actitud de diálogo.
Los que hoy discuten con supuesta
preocupación en Gales, son los mismos protagonistas de los hechos de violencia
de los últimos años. Detrás de todo esto hay una clara disputa por la hegemonía
mundial. Por eso, permitámonos tener el beneficio de la duda respecto a la
preocupación de la OTAN y sus aliados a
la hora de resolver los conflictos del mundo.
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